Para este ritual se una el Jabón Negro (beldi) y el guante Kessa
Después aplicamos el Sabón Belde sobre una piel caliente y
mojada y lo dejamos actuar unos minutos, en ese tiempo podemos exfoliar los
pies con la piedra Pómez eliminando las durezas y callos o también hacer
una
exfoliación facial con azúcar y aceite de oliva.
Transcurrido ese tiempo, nos enjuagamos bien para eliminar
restos del Belde y acto seguido comenzamos con la exfoliación frotando la piel
de forma circular con Kiss Hammam, quitando de esa forma las células muertas y
estimulando la piel favoreciendo la circulación de la sangre.
Para saber que hemos aplicado bien el proceso, nos tiene que
salir la piel muerta en forma de tiras negras y finas.
Consejo: No es aconsejable usar el guante en la cara, ni
presionar en la zona del cuello y el pecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario